Iroel Sánchez – Blog “La pupila insomne”.– El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, intentó controlar daños al comentar las revelaciones de la agencia de prensa AP sobre el hecho de que el gobierno de Estados Unidos creó secretamente una red social en Cuba para promover el “cambio de régimen” y provocar una “Primavera cubana” al estilo de lo sucedido en Egipto, Libia, Siria, o Túnez, utilizando la telefonía móvil.
“Las sugerencias de que se trataba de un programa encubierto no son correctas”, dijo Carney en la conferencia de prensa diaria correspondiente a este 3 de abril, luego que AP revelara el uso de 1,6 millones de dólares en un proyecto llamado ZunZuneo que se mantuvo operando de 209 a 2012 y cuyos detalles ya publicamos en La pupila insomne.
Pero los hechos desmienten a Carney. Si no es un programa encubierto surgen varios por qués:
- ¿Por qué los 1,6 millones de dólares que se calcula se invirtieron en ZunZuneo estaban asignados públicamente a un proyecto no especificado en Pakistán, y no salieron de los veinte millones que aprobó el Congreso para los “programas prodemocracia” en Cuba?
- ¿Por qué el senador estadounidense Patrick Leahy señaló en entrevista con AP “la naturaleza clandestina del programa, de lo que no se informó a la Subcomisión de Asignaciones que tiene la responsabilidad de hacer supervisión”?
- ¿Por qué en un documento del proyecto, obtenido por AP, se dice “No se mencionará en lo absoluto la participación del gobierno de Estados Unidos”?
En sus declaraciones, Carney se dijo y se contradijo. Afirmó no conocer a individuos en la Casa Blanca que sepan del programa, pero también declaró que el presidente Barack Obama apoya los esfuerzos por ampliar las comunicaciones en Cuba. La clave de ese comportamiento contradictorio la da este pasaje del reporte de AP: “No está claro si el proyecto es legal bajo las leyes estadounidenses, que exigen autorización por escrito del Presidente y una notificación al Congreso para adelantar cualquier operación secreta.”
Muchas cosas ponen en tela de juicio al gobierno estadounidense en este programa:
- Envío de mensajes spam masivos en violación de la legislación internacional como, según el reportaje, hicieron durante el Concierto por la paz en La Habana en septiembre de 2009.
- Uso de los datos obtenidos de más de 40 000 usuarios cubanos sin su consentimiento. Dice AP: “sus usuarios nunca supieron que el proyecto fue creado por una agencia de Estados Unidos vinculada al Departamento de Estado, ni que los contratistas estadounidenses estaban reuniendo datos personales sobre ellos con la esperanza de que algún día esa información fuera utilizada con propósitos políticos.” Agrega: “USAID creía que la información demográfica sobre los disidentes los iba a ayudar dirigir otros programas que tenían en Cuba y a “maximizar nuestras posibilidades de ampliar nuestro alcance”.
- Utilización de empresas fantasmas y servidores en terceros países contra Cuba sin el consentimiento de sus gobiernos. Esos países son: Irlanda, Nicaragua, España y Costa Rica.
- Involucramiento directo de funcionarios del Departamento de Estado. Recoge la investigación: “Suzanne Hall, funcionaria del Departamento de Estado que trabajaba en el programa de redes sociales impulsado por [Hillay] Clinton, participó en reuniones sobre ZunZuneo y encabezó un intento de conseguir que el fundador de Twitter, Jack Dorsey, se hiciera cargo del proyecto.”
La Casa Blanca intenta ganar tiempo jugando a ser Cantinflas pero la tormenta no va amainar fácilmente